Está visto que
vosotros con tal de no dedicar un gol a vuestros padres sois capaces de todo,
hasta de no marcarlos. Bueno va, es
verdad que marcasteis uno, pero se lo dedicasteis, muy bien dedicado no digo
que no, al cumpleañero, y los padres nos quedamos esperando ese cálido abrazo
que nos hiciera temblar las canillas de orgullo paternal. Un poquito de por
favor, que estamos entrando en una edad delicada y necesitamos cariñicos… y
goles!
Bueno,
descartando la opción arriba reseñada, la verdad es que esta vez no salieron
las cosas. La línea de buen juego que
llevabais se truncó un poquito sobre el césped natural de la villa de la Doña, y tampoco es cuestión
de buscar excusas. El tamaño del rival y
el terreno de juego pueden justificar una derrota, pero no evitar el buen
juego. Así que p’arriba zagales, el sábado
que viene hay que volver a divertirse.
En cuanto al
partido, primera parte muy peleada por los dos equipos, incluso con alguna
ocasión clara para los naranjas que no se llegó a transformar en gol y un
resultado de 0-0 al descanso. El
comienzo de la segunda parte resultó demoledor para los tigres, en apenas diez
minutos los gualdiverdes (este palabro no se si existe…) habían conseguido una
renta a su favor de 2-0, y aunque tras el gol marcado por el Juventud
parecieron equilibrarse algo las cosas, el tercer gol local nos bajó de nuevo
al barro (literal). Tras éste llegaron
otros dos goles más por parte de los locales que dejaban el marcador final en un
5-1 merecido para los chicos de La
Almunia.
Y hasta aquí la
crónica semanal, corta, pero breve. Para
el próximo partido nada más lejos de mi intención que condicionar vuestras
celebraciones, vosotros a vuestra bola que hasta ahora había funcionado
bastante bien, y si finalmente son las madres las receptoras de vuestros
apretones, pues bienvenidos sean, ya nos abrazaremos los padres unos a otros
(manteniendo las distancias, eso sí ;)
El partido se preveía de nuevo
complicado por la envergadura del rival, su edad y la posición que disfrutaba
en la tabla clasificatoria, pero está visto que a esto del pelotón se juega con
los pies y por el suelo, y ahí la diferencia es menor.
Desde el principio se percibió que los
tigres controlaban el partido, con una excelente colocación y jugando rasito
como les gusta. Las jugadas se trenzaban por todo el campo rival y ya
fuera a diestra o siniestra, los naranjas ponían en apuros la portería
zufariense. Si en alguna ocasión los rojillos intentaban acercarse a la
portería local, primero un inconmensurable centro del campo y un paso más atrás
una concentrada defensa desbarataba cualquier atisbo de peligro. Así las
cosas era sólo cuestión de tiempo que los goles llegaran, y llegaron, vaya si
llegaron, pero habría que esperar al segundo tiempo para verlo.
En esa segunda parte se recogió la
cosecha de lo sembrado en la primera, los goles fueron llegando, y lo hicieron
de todas las formas posibles, desde fuera del área, en contraataque o como resultado
de jugadas en las que el balón trazaba sobre el terreno lo que los tigres
planeaban en su cabecilla. Los goles se
sucedían, y con ellos las visitas a la banda a celebrarlo con las madres (no es
que los padres hubieran dejado los aledaños del terreno de juego para visitar
la fuente de cebada, ni se trata de una fórmula paritaria de discriminación
positiva al uso, es que simplemente esta vez los tigres se decantaron por los
brazos maternos para celebrar su alegría. Ya se sabe que madre no hay más que una – y normalmente
reparten la propina-).
Los chicos del Zuera sin embargo no se
daban por vencidos, lo intentaron, e incluso consiguieron un gol con un
tremendo zapatazo desde la banda derecha, pero esta mañana era naranja y el
partido finalizaría con una victoria merecida que da confianza a estos tigres
con botas de tacos que cada día tienen más claros los mecanismos del fútbol 11.
Felicidades chicos, seguid trabajando
y disfrutando (que si, que pueden ser las dos cosas a la vez…) y gracias por
hacernos disfrutar a nosotros, ahora…, como la próxima vez no dediquéis algún
gol a los padres (con P) es posible que se rompa la antena de la tele…, o haya
una caída de tensión que inutilice la
Play, o quizá al ordenador se le transiten los diodos
esclavos vinculados a la RAM
y sufra un colapso en la CPU
que comprima logarítmicamente el archivo de paginación y con él se vaya al carajo tó. (sin
acritud, eh?)
Hoy comenzaremos
la crónica por el final. No es que
quiera pasar ya al post-partido (que vaya post-partido!), sino que creo que así
se entenderá mejor lo acontecido.
Procedamos: fin
del partido 2-1 a
favor del Ejea y los progenitores naranjas a la cafetería cariacontecidos
porque a la vista del partido todos pensábamos que podíamos haber sacado algo
positivo. Allí, entre cafés y cervezas,
comentábamos las circunstancias del encuentro cuando junto a nosotros se colocan
un grupo de chavales con la equipación local que acuden a pedir su bocadillo.
-Cojona!
Si que son grandes!,
-Que
no hombre, que estos no son
-Como
que no?, claro que son.
-Pues
va a ser que sí…
La perspectiva
aérea que las magníficas instalaciones de Ejea nos ofrecieron durante el
partido, nos impidió hasta ese momento darnos cuenta de la diferencia de altura
y física de ambos equipos, y con este dato, que no pretende ser una excusa para
la derrota sino una circunstancia muy a tener en cuenta en el desarrollo del
encuentro, comprendimos que los tigres habían tenido que pelear mucho más de lo
que desde arriba pudiera habernos parecido.
Una vez en
antecedentes, la crónica. Tras un viaje
muyyyyyyyyyy tempranero (que también es para hacérselo mirar esto…) llegaron
los tigres en autocar a la capital de las Cinco Villas con dos horas de
adelanto sobre el horario oficial del partido (no es que el autocar corriera
mucho, es que salieron muy pronto… ah si! que ya lo había dicho…). Se inicia el encuentro y, sorprendentemente a
la vista de la clasificación de ambos equipos, es el Juventud el que lleva el
peso del partido jugando en campo del equipo local, sin embargo la defensa
blanquiazul se muestra en todo momento muy concentrada y no permite demasiadas
alegrías a los tigres. Esta fue la tónica de toda la primera parte, juego que
se desarrolla en el campo del Ejea pero sin profundidad, y los locales que
esperan su oportunidad en el contraataque apoyados en sus rápidos y habilidosos
delanteros, aunque la defensa naranja se muestra también muy segura y no permite
ningún susto. Pero hete ahí que en una
de esas el Ejea lanza una falta desde tres cuartos de cancha y el balón, tras
pasar por donde no cabía, llega al delantero local que de un buen disparo marca
el primer gol del partido. Cachislá!, si
casi no habían llegado! Ya, pero, jurgol es jurgol…
Segundo tiempo,
más de lo mismo, o casi, porque el Ejea se sacude la presión de la primera
mitad y comienza a jugar y crear más peligro al tiempo que los tigres comienzan
a mostrar síntomas de fatiga por el esfuerzo realizado y por el tiempo que
llevaban ya en pie (casi cinco horas antes del inicio del partido…ya, ya se que
lo había dicho, es por si se incorpora alguien en este momento). Aún con todo,
los tigres siguen peleando, y en varias fases de esta segunda mitad mantienen
al equipo local metido en su campo, pero… llegó el segundo gol local. Fantástica jugada del delantero blanquiazul
que le lleva tras varios regates frente al portero naranja al que bate sin
piedad. Duro golpe para los tigres que
estaban intentándolo de todas las formas posibles ante la ordenada defensa ejeana, pero lejos de venirse abajo, estas pequeñas fieras siguieron
intentándolo hasta el final del encuentro, acortaron distancias en un gol fruto
del empuje y las ganas, y no cejaron en su empeño hasta que el árbitro dio por
finiquitada la contienda.
Por todo ello, y
por las circunstancias reseñadas en el inicio, creo que no cabe otra opción que
felicitar sinceramente a los tigres, porque, aunque no siempre sea claramente
visible, siguen mejorando día a día, y
no pierden nunca la fe en lo que saben hacer, ni las ganas de seguir
aprendiendo. Tremendo chicos, yo de
mayor (en cuanto pierda unos años y unos kilos) también quiero ser un tigre.
Un momento, no se
vayan todavía que aún hay más. Porque
tras el partido, recuperados del sinsabor, nos dirigimos en caravana a las
dependencias en las que la familia Barrena había preparado un ágape para
celebrar el resultado fuera cual fuera.
El menú estuvo compuesto por unas tremendas migas con su todo, y para
desengrasar un poco la afamada ensalada aragonesa (Mañopedia: Ensalada Aragonesa: Dícese de todo aquello
que lleve bien de colesterol y tras pasar por el amor de la brasa colóquese en
una fuente. Useasé, morcillica,
ternasco, longaniza, chorizo, etc, etc, etc.).
Todo ello regado por bien de rubias, otro tanto de vino negro y el
pelirrojo pacharán a los postres. Lo
dicho, pa que aprenda el tío Dunkan ese de la dieta. Pero espera, espera, que por si todo esto
fuera o fuese poco, los Barrena se descolgaron con un astado con ruedas que
hizo las delicias de los enanos y para rematar la fiesta, la banda municipal
llegó hasta nuestra puerta para amenizar la velada, Chst! como te lo
cuento!. No te digo más que hasta de
Granada vinieron de propio para vivir in situ la escena…
Y así terminó el
día, entre agradecimientos por la hospitalidad, y una primera toma de contacto
con el fin de sopesar la posibilidad de jugar el partido de vuelta en el mismo
escenario, cada cal fue enfilando hacia su olivo con el buen sabor de boca que
una jornada así deja en la mente y el paladar de cuaquiera. Gracias de nuevo a los Barrena por la
hospitalidad y la currada.
Os dejo las
imágenes del encuentro, quiero decir las del partido, de la ensalada no tengo,
pero es que no me fue posible. Yo, cuando veo una fuente de esas se apodera de
mi un ente maligno que no me deja ver más allá de medio metro e impide que
entre mis manos haya nada que no engorde ;)
Chst! Un poquitín
de recato, que si no no queda serio esto tú!
Recapitulons: 9:30 de la mañana (hora de Las Fuentes) y
atisbos de legañas en los ojos de los tigres. Quizá fueran ellas las causantes de que tras
el pitido inicial los chicos del API nos dieran un susto en una contra, pero la
parada de nuestro portero y el aviso desde la banda fueron suficientes para
hacerlas desaparecer. A partir de ahí,
el juego de los naranjas siguió el guión de los últimos partidos, y los balones
volaban desde el centro a las bandas buscando el hueco entre la defensa visitante. En una de esas, y tras
un gran recorte, el extremo izquierdo consigue zafarse de su marca y centrar un
balón raso que nuestro delantero centro empuja al fondo de las mallas: 1-0.
El juego se
desarrolla en el campo defendido por el API, y tan sólo algún balón largo
intenta inquietar a la concentrada defensa naranja aunque sin conseguirlo. En esas estamos cuando una jugada del
mediapunta naranja le lleva dentro del área rival y el pase al desmarque del
delantero y el zapatazo de éste suponen el segundo gol en el marcador local. Fin de la primera parte.
El segundo tiempo
resultó una continuación de lo vivido en la primera mitad. El API defendiendo en su campo e intentando
salir a la contra, y el Juventud jugando en campo contrario y evitando los
contraataques rojiblancos. El tercer gol
llegaría sin embargo fruto de una contra naranja en una de las ocasiones en que
el API se decidió a atacar, balón a la banda y carrera de la gacela que se
planta frente al portero y define al palo corto. 3-0
El API intenta
recortar la distancia con balones a la espalda de la defensa, pero unas veces
ésta, y otras el portero que muy atento al borde del área despejaba con
contundencia el balón, no daban opción a los chicos del Actur.
El cuarto gol subiría
al marcador como consecuencia de un saque de córner que llega a la portería
visitante muy cerrado, y la defensa no consigue atajar antes de que el balón
traspase la línea de gol. El API intenta
desperezarse y conseguir un gol, y en uno de los balones largos que venían
lanzando, el delantero del Actur se presenta sólo frente al portero naranja que
nada puede hacer para evitar el gol. 4-1
Agonizaba el
encuentro cuando se cambiaron los papeles frente al área visitante, y fue el
delantero naranja el que asistía al mediapunta para que éste batiera por bajo
al portero del Actur. 5-1 que cerraba el partido ya que sin tiempo para más, el
árbitro chuflaba tres veces, lo que viene siendo en argot futbolístico que
sanseacabó por hoy (más o menos).
Total, gran
partido de nuevo de los tigres y además esta vez con premio. Gran partido de los porteros, resolviendo el
trabajo que les llegaba y muy atentos a esos balones largos, gran partido de la
defensa, expeditiva cuando hizo falta y calmada cuando hubo ocasión, gran
partido del centro del campo, con un trabajo titánico para hacerse con el
control del juego, y lanzando además el ataque con precisión, gran partido de
los extremos que subieron y bajaron la banda sin descanso y desbordaron la
defensa rival para mandar el balón al centro del área, y gran partido de la
delantera que ofreció, además de trabajo, imaginación y eficacia. ¿He dicho
gran partido?, pues eso.
Felicidades
chavales!, y felicidades también al API, queda muuuuucha liga y habrá puntos para todos. Arriba!
Os dejo el video del partido del pasado sábado, a mi entender partidazo, lástima que el resultado al final no acompañara, pero no creo que tardemos en unir ambas cosas. Lo mejor de todo es que estamos viendo que cada partido que jugais es mejor que el anterior, así que como le dijo Josefina a Napoleón cuando bajo de su casa a buscarlo y le encontró jugando al quiñote con sus amigotes en el bar de la esqina: Tira! p'alante y p'arriba.