miércoles, 16 de enero de 2013

Jornada 13. San Gregorio 3 - Juventud 1

...hasta aquí hemos llegado !!!

Chst, que no lo digo yo, que lo dice la camarica esta que llevo para grabar los partidos.

Como os lo cuento, el sábado por la tarde, después del partido contra el San Gregorio, estaba yo tan ricamente en posición de cubito prono, ocupando toda la cama tal cual ancha es y rindiendo honores a esa costumbre tan española de la siesta, cuando de repente oigo algo así como un "tirurarí" (pronúnciese con voz aflautada).  Abrí el ojo izquierdo entre sorprendido y cabreado por aquel ruidico que me devolvía a la realidad (nótese aquí que un servidor en su sueño se disponía a recibir una cervecita helada que amablemente le traía una señorita de muy buen ver a la orilla de una paradisiaca playa desierta) y allí estaba ella (la cámara no la señorita), que con la pantalla abierta en jarras y el objetivo en función zoom macro, me miraba desafiante.

"Hasta aquí hemos llegado", me dijo con sus 50 decibelios de potencia mientras mostraba en la pantalla la imagen de un señor con bigote apaisado y cara de vinagre.

"No estoy dispuesta a guardar en mis circuitos ni una sola derrota más, así que tu mismo, o ganan el próximo partido, o una servidora será la última vez que curra".

Mientras intentaba recuperarme del shock (no por la cámara, sino por haberme despertado junto en el momento en que la señorita...), pensaba en las medidas que podía tomar para convencer a la insurrecta de que depusiera su actitud.  No era la primera vez que un electrodoméstico se me había sublevado, la semana pasada sin ir más lejos tuve que aplicar un ERE de extinción a la lavadora que decidió que no quería abrir la puerta después de la última colada, pero hasta ahora ninguno de mis siervos electrónicos había tenido la desfachatez de hablarme así y sobre todo despertarme de mi sueño, ese en el que una señorita... a ver que me desvío.  El caso es que, seguramente debido al shock (...sí ese), andaba bajo de defensas, y no me quedó otra que escuchar sus reivindicaciones y claudicar firmando un documento en el que se eximía a la susodicha de su obligación de registro de imágenes futboleras en caso de que las mismas supusieran una nueva derrota para los zagales de naranja.

Con el documento en su memoria interna y la batería cargada hasta las trancas, la pequeña japonesa emitió un destello de luz victorioso y plegando la pantalla sobre sí misma quedose en silencio al tiempo que dejome ojiplatico (y dicho sea de paso, sin mi cerveza y esa señorita...)

Lo siento chicos, me cogió desprevenido, pero la cosa fue tal como os la he contado, y como un servidor cumple con sus compromisos, no me queda otra que advertiros que, o ganáis el sábado, o en este, vuestro blog, no podré poner imágenes del partido...

Aquí os dejo lo que la Sony permitiome extraer de sus entrañas tras firmar mi claudicación, espero que no sea la última grabación de vuestras andanzas...