A quien le guste el fútbol y el sábado pasado no tuviera la fortuna de encontrarse en los campos del Joaquín González, perdió una ocasión de disfrutar este deporte en su estado más puro.
Quizá me dejo llevar por el recuerdo de esa fantástica segunda parte, pero donde esté un partido como el que vimos, que se quiten ronaldos, messis, “championslig” y si me apuras hasta la cerveza del tercer tiempo.
Es cierto que no todos los días es igual, que los chavales tienen sus momentos mejores y peores, que influye la climatología, el cansancio, la semana que hayan llevado, cómo se hayan levantado ese día y hasta la cotización de las chucherías en el mercado internacional…, pero no es menos cierto que si al campo salen dos equipos a los que le gusta jugar el balón, que intentan evitar el patadón porque eso no es un pase sino un recurso defensivo, que saben que la forma más fácil de llevar la pelota a la portería contraria no es correr con ella sino buscar la mejor posición en el campo para recibir el pase y a continuación darlo, si estas condiciones se dan, el espectáculo está asegurado.
Pues el sábado los astros se confabularon para que esas condiciones y alguna más se dieran cita en el campo del Juventud y nosotros estuviéramos allí para verlo.
Comenzó el encuentro con los dos equipos intentando mantener el control del juego, mucho balón en el centro del campo y poca profundidad, quizá marcados los unos por la mala racha que últimamente les acompaña y los otros por el recuerdo del varapalo en el partido de ida, sin embargo pronto esos temores se difuminaron y los chicos comenzaron a jugar al fútbol. La primera parte no tuvo un claro vencedor, las ocasiones se presentaban en las dos áreas y solo la mala fortuna en algunos casos y el acierto de los porteros en otros mantuvieron el marcador a cero hasta casi el pitido final. El Helios erraba una ocasión en un mano a mano debido al acierto del portero naranja, y poco después era el Juventud el que no acertaba a terminar de rematar la faena en un lanzamiento de esquina cuando tuvo hasta tres ocasiones de hacerlo. El marcador se desniveló a favor del Juventud terminando la primera parte gracias al lanzamiento magistral de una de las escasas faltas que el árbitro tuvo que pitar. Así las cosas, el 1-0 con el que se llegaba al descanso daba fe de lo acontecido en el campo y de la igualdad mostrada entre ambos equipos. Había sido una gran primera parte, pero no podíamos imaginar que la segunda fuera todavía mejor.
El segundo tiempo comenzó con un temprano gol del Helios que igualaba el marcador y metía el miedo en el cuerpo a los naranjas… pero sólo a los aficionados, la reacción de los tigres fue inmediata. Al buen juego y el control de la primera mitad unieron a partir de ahí la garra y un punto más de velocidad en sus acciones. Las bandas eran auténticas autopistas por las que se subía y bajaba, pero la mayor parte del recorrido se hacía sin balón, esperando el pase para estar en condiciones de devolverlo en una posición más favorable. El centro del campo naranja funcionaba enviando esos pases y defendiendo las embestidas azules en posiciones alejadas de la meta propia, la defensa se mostraba segura acompañando al ataque pero sin descuidar su labor en los contraataques contrarios y llegando al corte con precisión, y la portería se encontraba bien cubierta en las ocasiones que lo demás fallaba.
De este modo se fueron sucediendo los goles, algunos de una gran belleza, alguno afortunado, pero todos fruto de la combinación previa y del buen juego que los naranjas ofrecieron.
Por el lado contrario, el Helios intentaba frenar las embestidas, pero no conseguía cortar el juego en el medio campo, y a partir de ahí era muy difícil frenar a los tigres. Sin embargo es de agradecer a ellos y a sus entrenadores que en ningún momento intentaran cortar el juego de otro modo, casi no hubo faltas, los azules seguían jugando a lo que saben, “Tocad, tocad”, se oía continuamente desde la banda, y los chavales lo hacían. Ese juego les acercó dos veces en el marcador al tanteo naranja y solo el gran día de los tigres les impidió ponerles en más aprietos. Aún así marcaron cuatro goles de ese modo, tocando.
Al final 7 – 4 en el marcador, una importante victoria para los nuestros y la sensación de que estos chicos cada día van a más, pero sobre todo satisfacción por haber presenciado un verdadero espectáculo donde lo único que contaba era jugar al fútbol, sin nada más alrededor.
Gracias a los chavales del Helios y a sus aficionados por la entrega y la apuesta de fútbol que ofrecen y por su deportividad. Suerte en los próximos encuentros.
Y muchas gracias a los tigres por el partido que nos regalaron. Lo malo es que nos estamos acostumbrando y queremos más, así que el próximo sábado a seguir con este juego. El partido estoy convencido de que será totalmente distinto, pero conocéis vuestras armas, comenzáis a dominarlas y además os divertís jugando así, no se os ocurra cambiar.
FELICIDADES TIGRES !!!
