Jornada 15. Juventud 4 - Ejea 1

Lamento la tardanza en la publicación de la crónica de esta semana, pero la fama de este equipo ha traspasado fronteras y un acaudalado lobby kuwaití ha requerido mi presencia para tratar el patrocinio del mismo.

La cosa pintaba bien, que si nos ponían un chofer a cada uno, que si nosequéporrón de royaltis por barba (daba igual lo poblada que estuviera eh Arquímedes…), que si un complejo deportivo anexo con piscina olímpica, campo de golf de 30 hoyos, helipuerto y lago navegable con desembocadura en el Mediterráneo… bueno, lo habitual p’a los del turbante.

Pero oye!, que me pongo a charrar y van los gachós y me dicen que hay que cambiar el color de la equipación los tíos! Que no se qué me contaban (bueno, me contaba la traductora, que por cierto era una chica mu maja ella, se ve que su padre era marino mercante de los de Pescanova, y un año se fue con el barco a Groenlandia a pescar y al parecer el capitán era amigo de una famosa rusa…Stolichnaya, creo que me dijo, total que no andaba centrado, y el tipo se pasó el viaje mirando el mapa del revés, así que acabaron en la península arábiga sin un mal fletán que llevarse a la boca, y como la cosa estaba mu malica y algo había que comer, pues la tripulación formó un grupo folclórico vestidos de odaliscas y se ganaban la vida de jaima en jaima, y en una de esas conoció a su madre, la de la traductora digo, y se casaron por el rito berebere) …

…

…ya no se por donde iba… ah sí!, lo de la equipación!, pues no me dicen los aturbantaos que según sus tradiciones el naranja es un color de mal fario y que quieren cambiar el color de la camiseta por un rosa palo, con pantalones verdes y medias lilas, que le dije yo “claro majo, y fichamos al payaso de Micolor de delantero y a Agatha Ruiz de la Prada p’a subir la banda”, que no, que no, que estaba dispuesto hasta a cambiar el caldo del bar por té moruno y el morrico frito por tortas de almendras, pero el naranja no hijo no!, “seremos pobres, pero naranjas!” le dije en un arrebato de amor a los colores. Asín que aquí estoy, sin royaltis, sin piscina, ni ná, pero con el orgullo naranja intacto.

Total que al final no he podido escribir la crónica, así que os dejo el video del partido, y a modo de desagravio con los chicos de Ejea por no haber podido comentar el partido, un video de una bonita habanera dedicada a esa localidad.

Espero que la semana que viene no vuelvan a llamarme los de los royaltis, porque creo haberles dejado claro que por ahí no pasamos. Creo que he hecho bien....o no?...

Saludos naranjas.