Puede parecer un modo extraño de empezar la crónica de una derrota, pero vuestra actitud en el campo se merece un reconocimiento. Que luego las cosas salieran mejor o peor es otra historia, pero nadie os podrá negar las ganas y por momentos el buen juego que desplegásteis.
Comenzó el partido con los naranjas volcados sobre el área rival, moviendo el balón con criterio, utilizando las bandas, controlando el centro del campo y seguros en defensa. Parecía que el “Haka” prepartido os había dado esa confianza que necesitábais y veíamos como el buen juego aparecía, obligando al Amistad a defenderse y sin permitirle alegrías en ataque. Lástima que en esos primeros diez minutos no llegara el gol, porque el partido hubiera sido distinto. Lo que llegó fue un mazazo por parte del Amistad que en una de sus primeras aproximaciones al área naranja consiguió adelantarse en el marcador. Como diría aquel “jurgol es jurgol”, y ese gol en contra tuvo dos claros efectos sobre los equipos, el Amistad ganó en confianza con la ventaja, y en el Juventud comenzaron a aparecer las precipitaciones. Ya no se movía el balón como antes, se buscaba un juego más directo, y la batalla cuerpo a cuerpo hizo su aparición. Ya era otro partido, y cualquier cosa podía pasar. Lo malo para los naranjas es que pasó lo peor…, un nuevo gol en contra en un saque de esquina al final de la primera mitad que mandó a los tigres cabizbajos a la caseta.
Y llegó la segunda mitad, era una misión difícil remontar dos goles ante un equipo tan bien plantado en el campo y con las ideas tan claras, pero no cejásteis en vuestro empeño. El juego era de nuevo un toma y daca del que cualquiera podía salir vencedor, pero los rojillos tenían la ventaja de saberse por delante en el marcador mientras que vosotros necesitábais ese gol que os metiera en el partido. No llegó. Lo intentásteis hasta el último minuto, luchásteis cada balón, tratábais como fuera que cada minuto se duplicara acelerando las acciones, sacando rápido de banda, buscando el desmarque, pidiendo el balón… pero no pudo ser, y al final el Amistad se llevó en su bolsa los tres puntos que habíamos puesto en juego.
Pero de eso se trata, de un juego. Esta vez no pudo ser, pero habrá más ocasiones. Lo bueno que tiene el fútbol es que en cada partido puedes recuperar lo perdido en el anterior, y lo mejor, que cada partido es una nueva ocasión de divertiros haciendo deporte. Así debéis pensarlo, porque, puntos aparte, esta derrota lo único que supondrá es un dolor de cabeza para dos integrantes de los tigres que tendrán que sufrir desde el lunes el recordatorio de la derrota de manos de un rubito cabezeador. Tranquilos chicos, sólo tendréis que aguantar hasta el próximo partido ante el Amistad ;)
Así que, arriba tigres!!, El próximo será vuestro.
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