Poco que contar del partido, dominio de los tigres durante todo el encuentro y loable actitud de los chicos de El Salvador que a pesar de que el balón se alojaba una vez tras otra en su portería no cejaron en su empeño de intentar frenar las acometidas naranjas.
Gran trabajo chicos, mas no os confiéis soldados... batallas más duras han de llegar y habéis de estar prestos a acometerlas con sacrificado espíritu. Los laureles os aguardan al final del camino, más no son aquestos los más preciados botines, sino lo acumulado en el camino, ergo... disfrutadlo.
…no mandé a mis
tigres a luchar contra los elementos...
La cancha del
Balsas (obviaré el chiste fácil), no aguantó el fuerte aguacero que en la
mañana del sábado se cernió sobre la inmortal, y los dos equipos hubieron de
retirarse a sus cuarteles sin haber dado un triste puntapié. Otro día será.
Pero como los sufridos reporteros de este blog desempeñan sus funciones
más allá de los límites del deber establecido (algunos, otros la pasaron en casica con un chocolate caliente), arriesgando su egregia figura y sorteando los experimentos del altísimo con su quimicefa , habemus reportaje gráfico. Aquí debajo os dejo el aspecto que presentaba
el terreno de juego. P’abernosaugao… (si aún fuera vino...)
Perdón por la
licencia jotera, pero son fechas, y además estos zagales se merecen una
coplilla.
Así como el sábado
pasado hablábamos de falta de hambre, esta vez los tigres salieron a comerse a
los leones por los pies, y durante todo el partido bregaron para evitar que el
Real Zaragoza pudiera hacer su juego. Allí
donde recibía el balón un blanquiazul, había uno, cuando no dos, naranjas
dispuestos a complicarle la jugada. Incansables
durante todo el encuentro, evitaron que el cuadro visitante pudiera hilvanar su
juego combinativo, y a la menor ocasión salían como flechas al ataque sin
desguardar la retaguardia. Los naranjas
se multiplicaban ocupando los espacios, muy bien posicionados y atentos a
cualquier movimiento del contrario, y así el encuentro fue transcurriendo sin
claras ocasiones para ninguno de los dos equipos, llegando al final del primer
tiempo con el resultado inicial, tablas en el marcador.
La segunda parte
fue más de lo mismo, a pesar de nuestros temores no se vació el depósito de
combustible y el Juventud siguió con la misma intensidad, tanto fue así que
incluso pudieron llegar a adelantarse en el marcador. Hubo de ser una jugada a balón parada la que
desnivelara el encuentro; corner para los visitantes que tras un primer rechace
remachan al fondo de las mallas naranjas… Sin embargo, a pesar del mazazo que
supuso el gol después de lo bien que se había trabajado, no reblaron los
tigres, y siguieron intentándolo hasta el final del encuentro, incluso cuando
llegó el segundo gol tras una buena jugada de los chicos del Zaragoza.
El 0-2 final
consiguió destensar los músculos faciales de los aficionados visitantes y, a
pesar de la derrota, también dibujar sonrisas en los locales, jugando así, con esa
intensidad y esas ganas, no queda más que aplaudiros.
Gracias chicos, ahora
toca descansar y disfrutar de las fiestas, sábados tendremos de relatar
victorias que se reflejen en el marcador.
Como le dijo Homer Simpson al repartidor de donuts, si no los quieres tu ya me los como yo…
Algo así fue lo que pasó este sábado, al final el premio se lo llevó el que tuvo más hambre.
Los tigres salieron al campo pelín espesos, y quizá el gol tempranero acabó por saciar su apetito antes de tiempo, como cuando te hinchas con el aperitivo y ya no te apetece la comida. Y claro, si el aperitivo hubiera consistido en sus buenas raciones de rabas, papas bravas, mejillones, montaditos, migas con chorreras, chipirones, croquetitas, huevos rellenos, choricico, champiñones, revueltito de setas, slarpppp (perdón, esto es la baba que se m’ha caío)… pero no, el aperitivo fue una simple aceituna rellena, un solo gol, y así poca renta.
Cierto es que lo intentásteis, que las ocasiones sólo aparecían en la portería del Helios, pero p’a mi que faltó hambre, un poquito más de intensidad antes quizá hubiera evitado las prisas después, porque cuando los heliófilos empataron el encuentro mediada la segunda parte, entonces si que se vieron esas garras, entonces si que comenzasteis a buscar la portería contraria cual tigre malherido. Y tuvisteis premio, llegó el gol que os ponía de nuevo con ventaja en el marcador, pero era tan exigua la ventaja que en el último instante, un accidente en forma de penalty os dejó con peor cara que un pollo en el Carrefour… 2-2 y a la caseta sin tiempo para reaccionar.
Pues ná, esperemos que esas manidas frases: “…de todo se aprende”, “…no hay mal que por bien no venga” o “…a quien madruga Dios le ayuda” (con esta tengo mis dudas, será cuestión de probar…) puedan aplicarse aquí. Estamos seguros que si, borrón, cuenta nueva y a divertirse ;)
Una cosa más, hoy estrenamos nueva sección en las crónicas futboleras, llega el esperado
REPORTAJE FERTOGRÁFICO!!!.
Gracias a la inestimable colaboración de nuestro reportero gráfico Fer, cada semana intentaremos (si el tiempo, la técnica y otros imponderables que no viene a cuento mentar, lo permiten) tirar alguna fotico y recogerlas en la crónica semanal con el objeto de abundar en la recreación de lo acontecido, contribuir al hinchamiento pectoral de los progenitores y engrosar el álbum fotográfico de éstos, nuestros lechones. Reitero desde aquí el agradecimiento a Fer por su trabajo, más que nada porque será lo único que se lleve, esta empresa anda en concurso de acreedores y hasta ahora no he implantado un ERE porque tendría que echarme a mi mismo, aunque ahora que hay otro...